Es también uno de nuestros campos de trabajo más habituales, donde tenemos que tratar quirúrgicamente lesiones que se producen en el propio sistema nervioso y afectan al cerebro y la médula espinal (gliomas), que derivan de las cubiertas que lo rodean (meningiomas) o de los nervios que nacen directamente de él (neurinomas), que proceden de la glándula hipofisaria (adenomas hipofisarios) o de otros órganos (metástasis).