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Hernia discal cervical

¿Qué es una hernia discal cervical?

Es una enfermedad causada por el deterioro del disco intervertebral que sufre el desgaste de años de sobrecarga, muchas veces en el contexto de una carga física excesiva laboral o deportiva.

Se produce cuando el disco se rompe y una parte del mismo se desplaza fuera del espacio intervertebral en el que está situado normalmente realizando su función de amortiguación de los movimientos entre las vértebras.

Si el fragmento desplazado es lo suficientemente voluminoso puede comprimir alguna de las raíces nerviosas cercanas y producirá el dolor irradiado al brazo característico de esta enfermedad. Si la compresión se produce sobre la médula espinal, el cuadro es mas serio, y puede causar dificultad para caminar, problemas de destreza manual o de la sensibilidad.

¿Cómo se diagnostica una hernia discal cervical?

El diagnóstico de sospecha se realiza por los signos y síntomas del paciente; generalmente una cervicobraquialgia (dolor cervical irradiado al brazo) de mayor o menor intensidad acompañada en ocasiones de hormigueo en el territorio de la raíz nerviosa comprimida (parestesias) y, menos frecuentemente, pérdida de fuerza en algún grupo muscular. La afectación medular cursa con debilidad y pérdida de sensibilidad, y característicamente con aumento de algunos de los reflejos que podemos explorar.

La resonancia magnética, de la que a la derecha pueden verse algunos ejemplos, es la prueba principal para confirmar el diagnóstico, su localización e importancia.

¿Cuál es el tratamiento de una hernia discal cervical?

Del mismo modo que en la hernia discal lumbar, si el cuadro es de debut y reciente aparición, el tratamiento inicial es conservador y se basa en el reposo relativo y el uso de fármacos analgésicos y antiinflamatorios. Con estas medidas más de 80% de los pacientes van a mejorar en 8-10 semanas.

La cirugía se indica si tras este tiempo los síntomas persisten, si son muy intensos y no ceden pese a este tratamiento farmacológico, o si aparecen signos de fallo de la función neurológica que aconsejan la liberación temprana de la raíz nerviosa. También, y de forma más precoz, si los signos de disfunción neurológica afectan a la médula espinal.

El tratamiento quirúrgico considerado como estándar hoy en día es la extirpación del disco intervertebral herniado liberando la raíz comprimida o la médula espinal mediante técnicas de microcirugía. El acceso se suele realizar por la cara anterior del cuello, de forma mínimamente invasiva aprovechando un pliegue cutáneo y con una incisión de unos 3 cm. Esta intervención que se conoce como microdiscectomía cervical, y se asocia a la colocación de una prótesis entre las vértebras, para mantener su estabilidad y separación.La estancia hospitalaria de unas 48 horas y tiene un excelente resultado en más del 90% de los casos.