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Espondilolistesis

¿Qué es una espondilolistesis?

La espondilolistesis es una enfermedad causada por la pérdida de estabilidad entre las vértebras, más frecuentemente en la región lumbar. Las vértebras de la columna están apiladas, unas encima de otras. Los ligamentos y las articulaciones que las unen permiten su movilidad dentro de unos límites, conservando su alineación y estabilidad. Cuando estas estructuras pierden su integridad, las vértebras se desplazan, característicamente desliza una sobre otra, causando los síntomas de la enfermedad en mayor o menor medida.

La espondilolistesis se deben a causas degenerativas, en el contexto de la enfermedad lumbar degenerativa artrósica, pero también puede estar presente en personas jóvenes, donde típicamente se produce una fractura por estrés del istmo articular, o por causa congénita.

La clasificamos en grados (I a IV) en función de la intensidad del deslizamiento (%), y se denomina espondiloptosis o espondilolistesis grado V a los casos excepcionales en los que una vértebra se encuentra completamente desplazada sobre otra habiendo perdido todo el soporte estructural de la columna.

¿Cómo se diagnostica la espondilolistesis?

Los síntomas más habituales de un paciente con espondilolistesis son el dolor lumbar de mayor o menor intensidad, generalmente asociado a esfuerzos físicos o determinadas posturas donde se acentúa la inestabilidad. También pueden referir dolor ciático, ya que el desplazamiento vertebral disminuye el calibre del canal lumbar y de los agujeros de salida de las raíces nerviosas. En los casos más graves puede aparecer pérdida de fuerza o sensibilidad en las extremidades o causar alteraciones funcionales sexuales y esfinterianas.

La resonancia magnética y la tomografía computerizada, son las pruebas principales para confirmar el diagnóstico, su localización y severidad. La electromiografía puede proporcionar información adicional sobre el grado de afectación neurológica.

¿Cuál es el tratamiento de la espondilolistesis?

En primer lugar hay que entender que se trata de un proceso casi siempre de evolución prolongada en el tiempo, que no suele presentarse de forma aguda. Los pacientes que la padecen pueden presentar distintos grados de afectación clínica, y pasan por una primera etapa con pocos síntomas que manejan de forma conservadora, reforzando la musculatura lumbar y abdominal con rehabilitación, tomando ocasionalmente algún analgésico o haciendo uso de una faja.

Si el cuadro progresa y los síntomas se hacen más limitantes, o en pacientes jóvenes que demandan un normalización completa de su actividad, es cuando se plantea el tratamiento quirúrgico. Este tiene dos pilares: la descompresión de las estructuras nerviosas comprimidas y la estabilización del segmento o segmentos inestables. Para ello se requiere la realización de una instrumentación o artrodesis empleando diferentes técnicas según los casos, de forma que la columna recupere su estabilidad.