Ésta es una historia de cuando lo imposible se vuelve posible. Un equipo multidisciplinar de unas setenta personas ha perfeccionado una tecnología que permite que personas con lesiones en la médula espinal recuperen el movimiento de un día para otro. Lo han conseguido en Suiza, tras años de estudio, y ha sido gracias a la investigación y, sobre todo, a una nueva alianza entre la informática y la ciencia. Pero ¿cómo se ha hecho? El jefe de neurocirugía de Son Espases, el doctor Javier Ibáñez, lo explica: «Cuando hay traumatismo en la médula, el cable que lleva todas las conexiones motrices y recibe toda la información sensitiva de las extremidades se corta. Es como si se cortara el cable de fibra óptica, que sería el lazo de nuestro cerebro y la médula espinal con toda la información de nuestras extremidades». El cuerpo se queda desconectado pero «las neuronas siguen estando ahí, vivas y funcionando aunque ya no reciben las señales del cerebro que les den órdenes».
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